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8 impactantes predicciones económicas

La Economía de los no especialistas

8 impactantes predicciones económicas

 

Los expertos Nouriel Roubini, Bill Gross, Robert Shiller, Sheila Bair, Jim Rogers, John Train, Meredith Whitney y Wilbur Ross ante el futuro de la crisis. El mercado inmobiliario caerá más, habrá escasez de comida, crecerá la tasa de desempleo y más.

 

Nouriel Roubini

Este economista profesor en la Universidad de Nueva York, conocido como Dr. Bloom (Doctor Pesimista), predijo la crisis hipotecaria.

Estamos en la peor recesión que EU ha vivido en los últimos 50 años. Es el estallido de una enorme burbuja de crédito apalancado. No hay vuelta atrás, y aún no se le ve fondo, continuará a lo largo del 2009. Se cometieron excesos en todo, desde los préstamos seguros a los de alto riesgo, desde las tarjetas de crédito a los créditos estudiantiles, desde los bonos corporativos a los municipales, todos.

No se trata de una recesión circunscrita a EU; todas las economías desarrolladas afrontarán aterrizajes forzosos, mientras que los mercados emergentes –empezando por China- están registrando una severa desaceleración. Así que es una recesión global que empeorará.

El PIB estadounidense será negativo hacia el final del 2009, y la recuperación –si la hay- será tan débil (con una tasa de crecimiento de entre 1 y 1.5%) que se sentirá como una recesión. Para el 2010 la tasa de desempleo subirá al 9%, y creo que el valor de la vivienda caerá otro 15% más del 25% que ya ha perdido.

Sugiero mantenerse alejado de los activos riesgosos en los próximos meses, alejarse del mercado bursátil, de los commodities también, y del crédito (tanto el de alto rendimiento como el de alta calificación). Mejor quedarse con instrumentos en efectivo, como bonos del gobierno a corto o largo plazo. Es preferible tener poco retorno de inversión que perder la mitad de tu patrimonio. Debes preservar el capital. Ojalá pudiera ser más optimista, pero las cosas no pintan bien.

Bill Gross

El fundador del gigante de los bonos Pimco alertó sobre la epidemia subprime desde julio del 2007.

2008 es más que el año en que los mercados bursátiles perdieron la mitad de su valor, es además el año en que todos los activos importantes (acciones, bienes raíces, commodities, bonos de alto rendimiento) sufrieron pérdidas considerables, resultando en la pulverización de 30 billones de dólares en papel.

Achacarle toda la culpa a las hipotecas subprime sería ignorar el fuerte apalancamiento que abarcó a todo tipo de instrumentos derivados, donde imperó la creencia de que el crecimiento económico era seguro y que el precio de las acciones nunca bajaba.

Hoy, este país de inversionistas ha encarado otra realidad, y se teme que la recesión abra la puerta a una cuasi depresión. Lo que el futuro nos depare depende de la habilidad de la administración de Obama para renovar el “espíritu animal” del capitalismo, sustituyendo el puño benevolente del gobierno por la mano invisible de Adam Smith. Aunque un año no será suficiente para reparar el daño de medio siglo de excesos.

Los inversionistas deben reconocer estos brutales cambios en el mercado y asumir las políticas públicas, así como contentarse con rendimientos de un dígito en los próximos años.

Quizá la mejor inversión sean los bonos corporativos de alta calidad y las acciones preferentes de bancos e instituciones financieras que se han acogido a programas federales como el TARP (Programa de Alivio para Activos en Problemas). Aunque su rentabilidad sea poca, no se verá afectada su capacidad para pagar intereses y dividendos preferenciales. El camino hacia la recuperación será peligroso.

Robert Shiller

El profesor de Yale y cofundador de MacroMarkets predijo la burbuja puntocom y la burbuja inmobiliaria.

Aunque no hemos registrado los niveles de desempleo de la década de 1930, hay muchas similitudes entre la situación actual y la Gran Depresión. La primera es la magnitud de la volatilidad del mercado bursátil.

El valor real (ajustado a la inflación) del índice S&P 500 casi se triplicó en 5 años –entre 1995 y 2000- y para noviembre de 2008 su valor había retrocedido casi 60% en relación a su pico más alto en el 2000. (Algo parecido ocurrió entre 1924 y 1929, cuando el precio de las acciones se triplicó antes de perder un 80% en la crisis de los 30’s).

Segundo, hemos tenido la peor burbuja inmobiliaria desde la Depresión. Tercero, hemos visto tasas de interés al 0% (y eso no ocurría desde 1941).

La confianza del consumidor está en su peor nivel desde aquella crisis y en octubre los precios al consumidor han registrado la mayor caída en un mes desde abril de 1938. Otro punto en el que coinciden la Gran Depresión y la crisis actual: son fenómenos mundiales.

Creo que esta vez saldremos mejor parados, pero me preocupa nuestra vulnerabilidad. Nuestra confianza está herida, y eso es difícil de sanar, pues se trata más bien de un fenómeno psicológico. La Reserva Federal puede recortar las tasas de fondeo y comprar activos, pero eso restaurará la prosperidad sólo si la gente lo cree en verdad.

Sheila Bair

Presidenta del Fondo de Protección para Depósitos Bancarios (FDIC, por sus siglas en inglés)

Soy una defensora de las reglas básicas de la inversión: Investiga y estudia, invierte sólo en los títulos que entiendas y no los vendas. Como funcionaria del gobierno, promuevo las decisiones financieras bien informadas –no para evitar únicamente que los inversionistas sufran pérdidas, también porque el funcionamiento de nuestros mercados de capital depende de que los inversores estén informados.

Un ejemplo paradigmático son los mercados de securitización de hipotecas (que convierten los créditos hipotecarios en instrumentos o títulos negociables en el mercado).

Los inversionistas pusieron billones de dólares para financiar miles de hipotecas cuyos deudores tenían pocos medios para pagar. Lo hicieron así porque confiaron en las agencias calificadoras, que a su vez confiaron en modelos matemáticos en lugar de analizar cada uno de los préstamos.

Así que todos somos responsables del deterioro de los criterios crediticios, deudores, acreedores, corredores, todos. Pero el problema es que, quienes asumían el riesgo final –los inversionistas- no revisaron el trasfondo de sus inversiones ni la calidad de las hipotecas que adquirían. Si lo hubieran hecho, habrían descubierto que las tarifas eran altísimas y los préstamos estaban respaldados con poca documentación relativa a ingresos.

Espero que la sociedad vuelva a los fundamentos, que los bancos y las instituciones de crédito promuevan el crecimiento y el valor a largo plazo para la economía, y que las familias estadounidenses redescubran la tranquilidad que da la seguridad financiera a través de ahorro y la inversión inteligente. Debemos volver a la cultura del ahorro, esa en la que creció la generación que vivió tras la Gran Depresión.

Jim Rogers

El gurú de los commodities profetizó hace dos años que la burbuja crediticia devastaría a Wall Street.

Estamos en un periodo de liquidación forzosa, algo que ha sucedido 8 o 9 veces en un lapso de 150 años. Históricamente, la forma de hacer dinero en tiempos como el actual es encontrar compañías cuyos fundamentos se hayan desvalorizado, como los de GM o Citigroup.

El único activo que no se ha deteriorado es la materia prima, los commodities. Veremos en los próximo años niveles tremendos de escasez, simplemente los inventarios mundiales de alimento están a su nivel más bajo en 50 años. Esta podría convertirse en la segunda Gran Depresión, y el único camino para salir de ella será determinado por los commodities, tal como lo hicieron en la década de 1970.

Últimamente he comprado commodities agrícolas, también acciones de empresas chinas y, por primera vez en mi vida, acciones de Taiwán, pues parece que las empresas de la región se beneficiarán del crecimiento de China. Creo que los bonos del gobierno no son una opción, no entiendo cómo alguien puede darle al dinero al gobierno por 30 años a un rendimiento menor al 4%. Pronto habrá enormes cantidades de bonos entrando al mercado, así que mi consejo es mantenerse solvente para poder atrapar las oportunidades que se presenten.

John Train

El presidente de Montrose Advisors tiene 50 años de experiencia en Wall Street.

Creo que aunque estemos en una recesión severa, ésta no llegará a descomponerse en una depresión de gran escala, algo que todos temen y quieren evitar a toda costa. Así que, para impedirlo, recurrimos al déficit, eso se traduce en inflación.

A mi me tranquiliza poseer acciones de empresas que salgan adelante bajo cualquier circunstancia (como Johnson & Jonhson y otras del estilo). Raras veces se desploman y proporcionan ganancias estables que te llevarán a donde quieres llegar.

Generalmente estas compañías tienen mucho efectivo (es el caso de Cisco, Apple, Microsoft y Berkshire Hathaway, cuyos fondos excedían los 20,000 millones de dólares; o como Hewlett-Packard, Google, Intel o IBM, todas ellas en la liga de los 10,000 mdd).

Ante el panorama actual, me inclino por empresas que pueden prosperar en los años venideros: no Saks, sino Wal-Mart; no Neiman Marcus, sino Dollar General. O apuesto por empresas muy especializadas, como Fastenal, Monsanto o Schlumberger. ¿Cuándo comprar acciones? Cuando creas que la noche ha llegado a su punto más oscuro.

Meredith Whitney

Analista de Oppenheimer & Co., una de las primeras en hacer sonar la alarma sobre los bancos en aprietos.

Las acciones del gobierno federal (implementar el TARP, rescatar a Citigroup, etc.) han servido para detener la sangría, pero no han cambiado el escenario. Desde luego que se ha inyecto muchísimo capital al sistema, pero me preocupa que sólo se limite a tapar los hoyos, que no sirva para crear nueva liquidez, algo que el sistema necesita desesperadamente.

Habrá muchas versiones del TARP (Programa de Alivio para Activos en Problemas) porque las empresas no pueden reunir el capital que necesitan y el gobierno tiene que salir y proveerlo.

¿Qué sucederá en el 2009? Sinceramente es difícil augurar qué pasará la semana entrante, qué decir de lo que pasará dentro de un año. Creo que los bancos volverán al mercado en busca de capital, y veremos una reestructuración total de nuestro sistema bancario quizá hacia finales del 2009.

Habrá entidades que reduzcan su tamaño, otras que desaparezcan, y otros bancos que se consoliden. También pienso que veremos el nacimiento de nuevos bancos, ya se ha comprobado un aumento en las solicitudes de apertura.

Pero creo que la economía en general estará peor de lo que la gente espera. El principal problema será el gasto del consumidor, si el 2008 fue un año en el que el mercado impactó a la economía, en el 2009 la economía impactará al mercado. Ya estamos viendo la dinámica.

Wilbur Ross

Es evidente que estamos atravesando una recesión, y se requieren acciones más agresivas para cambiar el panorama. Inicialmente, el gobierno federal subestimó las dimensiones de la crisis inmobiliaria y crediticia, y luego entró en pánico adoptando una serie de medidas inconsistentes que a lo mucho atacaron los efectos, no las causas.

La economía no se estabilizará hasta que las hipotecas se nivelen al valor de las casas, con programas de pagos accesibles. Hasta que eso suceda, el efecto negativo de la caída de los precios inmobiliarios y de la tasa de desempleo reducirá el gasto del consumidor, y ese gasto ya no representará el 70% de nuestra economía.

Estoy optimista en lo que respecta al equipo económico nombrado por el presidente Obama. Espero que el nuevo secretario del Tesoro, Tim Geithner, incentive a los prestamistas a reestructurar las hipotecas, para que los contribuyentes no tengan que pagar los platos rotos.

Atajar el desempleo es de suma importancia. Las automotrices estadounidenses necesitan el apoyo del gobierno para implementar medidas acordadas por todos los accionistas (no sólo el sindicato) que permitan que sus operaciones sean rentables incluso con bajas ventas.

Es posible que se necesite un pre-acuerdo de bancarrota para poder llevar a cabo una reestructuración de las compañías, pero ahora mismo la industria y la economía no podrían soportar el efecto dominó que traería la quiebra de una de las tres de Detroit. Asimismo, el gobierno debería garantizar un fondo exclusivo para proyectos de infraestructura, y de esa manera crear empleo.

Si el presidente Obama resuelve estos problemas con decisión y presteza, podría ponerle fin a la recesión en el 2010. Pero si falla, la economía sufrirá por largo tiempo.

¿Dónde invertir? Nosotros estamos haciéndolo en entidades financieras con problemas, parece que es una buena oportunidad, pues sus acciones son muy muy baratas. Como fue en ese sector donde comenzó el problema, será uno de los primeros en arreglarse para que todo lo demás también se resuelva.

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